Fernanda Aguirre: «He soñado toda mi vida con esta clasificación»
Santiago, 12 de marzo de 2020
Quienes estuvieron presentes, comparten que fue una definición de infarto. Sobre el tatami, Fernanda Aguirre -taekwondista de 22 años- disputó la semifinal del Preolímpico con los nervios propios de alguien que ya ve los boletos a Tokio al alcance de su mano. Pese a tener un inicio en falso, perdiendo el primer asalto, se repuso a la ansiedad y avanzó a la final, con lo que el ticket a Tokio estaba garantizado.
¿Qué significa para ti esta clasificación olímpica?
«Haber clasificado a Tokio es lo máximo. Es algo que he soñado toda mi vida, y por lo que he trabajado. Por eso he perseverado en el deporte. Estoy demasiado feliz. Me siento muy bendecida por haber clasificado».
Fue una definición muy tensa, con un resultado decidido por los jueces y otro por sólo un punto. ¿Cómo evalúas eso? ¿Tiene un valor extra la forma?
«Obviamente tiene un valor muy especial. Siempre supe que la clasificación iba a estar durísima, que mis rivales estaban en las mismas condiciones, pero la que se levantara con el pie derecho, la que estuviera mejor psicológicamente ese día iba a lograr la clasificación. Siempre dije que iba a estar dura, pero no imposible. Y tiene un valor muy especial. Sí me hubiera gustado ganar por otra diferencia».
¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza cuando lograste esta clasificación?
«La verdad es que fue una sensación inexplicable, de muchísima felicidad. Pasó todo tan rápido. Solo felicidad, mucha emoción».
¿Es un sueño de toda la vida llegar a los Juegos Olímpicos donde competirás contra las mejores del mundo?
«Obviamente es algo que llevo toda la vida conmigo. El sueño olímpico es algo por lo que he trabajado año tras año, día tras día, hora tras hora para conseguir la máxima meta que un deportista puede tener. Nunca lo había hecho así que es lo máximo. Es un sueño hecho realidad».
Un bronce panamericano el 2019 y una clasificación olímpica el 2020, ¿son un impulso extra para tu carrera estos últimos meses?
«Por supuesto que sí. Después del Panamericano tuve un logro en Chile y después de eso no anduve muy bien, tuve muchas lesiones. Sigo lesionada pero logré salir de eso. Hicimos la preparación en Europa y tampoco anduve muy bien, pero la verdad es que después de la tormenta sale el sol. Salió y me hizo brillar mucho. Lo disfruté harto y confié mucho en mí. Es un impulso esto de haber clasificado a Tokio».
¿Hay alguien a quien le quieras agradecer o dedicar esta clasificación?
«Principalmente a mi familia que, a pesar de todos los resultados, siempre ha estado ahí conmigo. Me dicen que gane o pierde siempre seré su campeona. Siempre están ahí alentándome, apoyándome cuando me va mal, cuando me va bien. En segundo lugar, a mis entrenadores que son los que me entregan todo su conocimiento día a día y los que me ayudaron a conseguir este logro. A todo el cuerpo técnico, también contando a los kinesiólogos, la psicóloga, nutricionista. A toda la gente que me apoya, a todos los que están conmigo está dedicado este triunfo».