Todo rosado. Pura alegría. Mucha vida. En ese ambiente se desarrolló el Primer Encuentro Latinoamericano Rosa en Argentina. Cerca de 400 mujeres provenientes de países como Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos, Argentina y Chile compartieron durante cuatro días en Neuquén. Puras vencedoras del cáncer de mamas que encontraron refugio en un Bote Dragón para complementar sus tratamientos.

Veintidós mujeres de Santiago y Temuco se reunieron en Neuquén donde compartieron con 400 mujeres de todo el continente. Las chilenas, bajo el nombre de Fortale-senos Chile, le mostraron al mundo las bondades de la práctica de esta disciplina a través de una técnica de remo que permite el drenaje linfático, lo que evita que los brazos se hinchen (cosa habitual después de una mastectomía). “Son mujeres valientes, fuertes y decididas que postularon y se ganaron el Fondo Nacional de Deportes (FonDeportes) por su hermoso proyecto, al que esperamos sumen cada vez más mujeres para fortalecer su recuperación con el deporte”, señaló la Ministra Cecilia Pérez.

En esta disciplina deportiva, 20 remeras divididas en dos hileras, se suben al bote. Como condición deben remar todas al mismo tiempo para mantener la estabilidad. Las chilenas, que entrenan regularmente en la Laguna Carén, fueron el único equipo que tenía tamborillera y timonel.

Fortale-senos acabó disputando con Argentina una de las finales. En el global, las nacionales quedaron quintas. “Nuestra final fue maravillosa. La regata fue muy emocionante”, comentó Mónica Hernández de Santiago.  Por primera vez, este puñado de mujeres chilenas conoció la emoción que significa representar la bandera nacional. Incansables luchadoras de la vida, y ahora, en el agua.